Actualmente servimos 323 desayunos nutritivos a niñas y niños de las comunidades de Mesa Rica, El Manzano y La Huerta San Agustín.
Los primeros cinco años de vida son de vital importancia para el desarrollo físico, mental y emocional de la infancia. En esta primera etapa de la vida se comienzan a crear los hábitos de alimentación que determinarán nuestra salud en la edad adulta. La población mexicana sufre de una doble carga de malnutrición. Se observan deficiencias de micronutrientes y a la vez presencia de sobrepeso y obesidad. Según la encuesta Ensanut 2018, una de cada seis niñas y niños presentan talla baja (desnutrición crónica) y 23% presenta anemia. Las principales consecuencias sobre su salud a largo plazo son:
Esta situación se agrava en comunidades rurales en donde se está perdiendo la soberanía alimentaria. Las personas dejan de producir sus propios alimentos (maíz, frijol, quelites, calabaza, chile), dejan de consumir productos frescos del campo y los cambian por productos ultraprocesados.
En Fundación Valle La Paz desarrollamos un programa de nutrición que busca abarcar la nutrición de una manera integral para beneficio de niñas y niños y de las familias en general.
Coordinamos siete comedores en las comunidades de Mesa Rica, El Manzano y la Huerta San Agustín, donde se sirven diariamente desayunos que benefician a 323 alumnos. Se cuida que los desayunos proporcionen el consumo de carbohidratos complejos, fibra, azúcares de buena calidad como miel y piloncillo, verduras frescas y fruta de temporada. Los menús son altos en proteínas, hierro, zinc y calcio, y aportan suficiente vitamina A, vitamina C y folatos.
En su gran mayoría los alimentos proceden de productores orgánicos o agroecológicos de la región de Valle de Bravo, favoreciendo el consumo de alimentos sanos y libres de agroquímicos.
Con la colaboración del Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán, se evalúa el peso, la talla y la hemoglobina de todos los niños del programa. Se identifica a los niños con desnutrición, anemia y sobrepeso, dándoles seguimiento y tratamiento a los casos reportados con malnutrición.
Se llevan a cabo talleres de nutrición y salud, enfocados al empoderamiento de las mujeres en la toma de decisiones para cuidar la salud de la familia y al desarrollo de capacidades en la niñez para que cuiden su propia salud y la de su entorno. Para lograrlo invitamos a distintos expertos en las áreas de salud, cocina y agroecología.
Estas comunidades han entrado en un periodo de transición alimentaria y tienen poco tiempo de que han dejado de sembrar, perdiendo así su autosuficiencia de maíz, frijol y otros alimentos de la canasta básica.
Se realizan pláticas sobre la soberanía alimentaria, buscando que la comunidad vuelva a sembrar para producir los alimentos básicos de la dieta diaria y que trabaje en conjunto.